El exceso de calor puede producir calambres, agotamiento, deshidratación e incluso un golpe de calor, que se caracteriza por presentar náuseas, vómitos, cefalea, aumento de la temperatura corporal por encima de los 40ºC, mareos e incluso puede llegar a aparecer convulsiones o coma. Por ello es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones:
Durante el día mantenga las persianas y ventanas cerradas y ventile por la noche cuando las temperaturas sean más bajas.
El uso de ventiladores puede aliviar ligeramente los efectos del calor, pero no son capaces de bajar la temperatura de la casa.
Limite su exposición al sol todo lo posible. Evite salir de casa durante las horas centrales del día (de las 12:00 a las 18:00h).
Beba mucha agua sin esperar a tener sed. No abuse de las bebidas con cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, ya que pueden hacer perder más líquido corporal.
Evite las comidas pesadas o calientes. Consuma platos fríos, verduras y frutas.
Use ropa de tejidos naturales, ligera y de colores claros, sombrero, gafas de sol y cremas de protección solar.
Si se siente cansado o se marea, interrumpa su actividad y trate de ir a un lugar fresco o con sombra.
No deje a niños, ancianos o animales dentro de un coche, con las ventanillas cerradas.
En el caso de que aparezcan síntomas graves de afección por el calor tales como temperatura corporal muy elevada, dolor de cabeza, vómitos o pérdida de consciencia, llamar al 061 para conseguir asistencia médica lo antes posible.
A. Fraile
