La gripe es una enfermedad producida por un virus, con una
máxima incidencia en otoño e invierno.
Suele iniciarse de forma brusca, con fiebre alta (39-40ºC),
escalofríos, malestar general, dolor de cabeza, dolores musculares y
articulares. También puede aparecer tos, dolor de garganta, mucosidad o
secreción nasal y lagrimeo. Los síntomas suelen durar entre 5 y 8 días. Otras
enfermedades como el resfriado pueden tener síntomas muy parecidos, aunque en
general de menor intensidad.
La gripe se contagia por pequeñas gotitas que se expulsan al
toser y estornudar. Es contagiosa desde 1 día antes de aparecer los síntomas
hasta 7 días después del inicio de la enfermedad.
¿Qué se puede hacer?
La mejor medida para evitar la gripe es ponerse la vacuna. La
vacuna contra la gripe está especialmente indicada en las siguientes personas:
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Adultos mayores de 65 años.
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Embarazadas.
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Residentes en centros de la tercera edad.
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Personas con enfermedades crónicas: Diabetes,
bronquitis, asma, insuficiencia renal...
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Los trabajadores de servicios públicos.
La vacuna es segura y con pocos efectos adversos. Puede
producir molestias locales y ocasionalmente fiebre, cansancio o dolor muscular
que pueden durar 1-2 días.
El paracetamol y el ibuprofeno ayudan a mejorar los síntomas, especialmente la fiebre y el malestar. No use antibióticos sin que se lo indique su médico.