¿Qué es?
La tensión arterial
es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos al ser
bombeada por el corazón. Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que
realizar el corazón.
La hipertensión es
un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente
alta .
¿Cómo se
diagnostica?
La tensión arterial
normal en adultos es de 120 mm Hg cuando el corazón late (tensión sistólica) y
de 80 mm Hg cuando el corazón se relaja (tensión diastólica). Cuando la tensión
sistólica es igual o superior a 140 mm Hg y/o la tensión diastólica es igual o
superior a 90 mm Hg, se considera tensión alta.
Se necesita para el
diagnostico dos o más determinaciones de
tensiones elevadas obtenidas de forma adecuada en consulta y separadas en
varias semanas.
¿Por qué
es peligrosa la hipertensión?
La hipertensión es
la causa prevenible más importante de enfermedades cardiovasculares y de accidentes
cerebrovasculares del mundo.
Por lo tanto si no
se controla puede provocar un infarto de
miocardio, una insuficiencia cardiaca. En los vasos sanguíneos pueden
desarrollar protuberancias (aneurismas),
que son zonas más susceptibles de obstruirse y romperse. Puede provocar también
un accidente cerebrovascular, deficiencia renal, ceguera y deterioro cognitivo.
El daño se va
produciendo de manera silenciosa pues la mayoría de las personas con
hipertensión no muestra ninguna sintomatología.
¿Cómo prevenir y tratarla?
Todos podemos adoptar medidas para minimizar
las probabilidades de padecer hipertensión y sus consecuencias con una dieta
saludable reduciendo la ingesta de sal a menos de 5 gramos al día (una
cucharada de café), comer cinco porciones de fruta y verdura al día y reducir
la ingesta total de grasas, en especial las saturadas. Evitar el alcohol.
Realizar actividad física de forma regular al menos 30 minutos al día y en caso
de sobrepeso u obesidad intentar la pérdida de peso pues cada pérdida de 5 kg
de exceso de peso puede reducir la tensión arterial sistólica entre 2 y 10
puntos. También es importante abandonar el consumo de tabaco. Y gestionar el
estrés de una forma saludable.
A algunas personas les basta con estos
cambios, en caso de resultar insuficientes se necesitan además tomar
medicamentos y realizar revisiones periódicas en el centro de salud.
Con poco esfuerzo podemos evitar grandes
males.
Dra Casasnovas
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