Las garrapatas son artrópodos
cuya supervivencia se basa en parasitar otros seres vivos y alimentarse de su
sangre. Para ello “muerden” a su víctima y se anclan a ella, quedando así
enganchadas permanentemente. Viven principalmente en el suelo de zonas boscosas
y parasitan animales como perros, pero el ser humano puede ser parasitado
accidentalmente.
El principal problema derivado de
la picadura de garrapata no es que extraigan sangre o que puedan inocular
veneno (que no lo hacen), sino que su saliva puede contener organismos
patógenos que a la larga pueda causarnos enfermedades. Es por ello
imprescindible una prevención adecuada de la picadura y, en el caso de que una nos
pique, saber identificarla y quitarla con la mayor destreza e inmediatez
posibles.
¿Cómo prevengo la picadura?
Lo esencial es la protección
física. Para ello, cubre la mayor parte de tu cuerpo: utiliza manga larga y
pantalón largo, y lleva siempre calzado cerrado. Además, puedes utilizar
repelentes, siempre que estos estén certificados por las autoridades
competentes. Es preferible vestir ropa con colores neutros para no atraer la
atención de los insectos y recuerda que llevar ropa clara puede permitir
visualizar la presencia de garrapatas en ella. Llevar un sombrero o una gorra
en zonas de mucha vegetación también es aconsejable. Por último, evita andar
por las zonas de mucho matorral y siempre deberías tender a caminar por caminos
establecidos.
Una vez en casa, la ropa
directamente a lavar con agua bien caliente y es importante revisar bien tu
cuerpo para detectar la presencia de estos artrópodos: ¡la picadura puede ser
completamente indolora y que no hayas notado su presencia! Debido a que se
encuentran principalmente en el suelo, lo esencial es revisar piernas (tobillos
y hueco detrás de la rodilla), pero también es importante echarle un vistazo al
cuero cabelludo, cuello, cintura y brazos… ¡en definitiva a todo el cuerpo!
Revisa también el cuerpo de niños y animales.
¡Oh, no, me ha picado! ¿Y ahora qué hago?
Que no cunda el pánico: hay
ocasiones en las que la picadura es inevitable, por lo que lo principal es que
la has detectado y así se podrá extraer. Lo ideal es que el proceso de
extracción lo haga personal sanitario cualificado, pero si te encuentras en una
situación en la que no puedes disponer de acceso a médicos en unos días, es
preferible que te la quites cuanto antes.
Para ello, solo necesitas unas
pinzas. No hay que aplicar sobre la garrapata métodos tradicionales como
alcohol, vaselina, pintauñas u otras sustancias, ya que la garrapata podría
liberar más sustancias tóxicas a la sangre. Con las pinzas, sujeta a la
garrapata de los dientes; esto es, sujétala por la cabeza, lo más próximo a la
piel posible. De esta manera, evitarás que se queden fragmentos de ella
sujetos. Una vez bien firmemente sujeta, se debe estirar lentamente para
extraerla, sin hacer movimientos bruscos como de tirón o de giro. Solo tirar
lentamente, hasta que se desengancha. La garrapata sigue viva, por lo que
recuerda evitar que te pique posteriormente, y retirarla en un recipiente
cerrado. En el caso de que quedara algún fragmento de la garrapata todavía en
la mordedura, déjalo y no toquitees más la herida: el cuerpo lo expulsará
espontáneamente. Una vez retirada la garrapata, lava bien la herida con
desinfectante.
Para evitar el desarrollo de
enfermedades, es imprescindible estar pendientes durante el mes siguiente de
cambios en la coloración de la piel entorno a la mordedura y consultar con tu
médico de cabecera si aparecieran.
Dra Urdin
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